Cuenta la leyenda que allá para el siglo III, un audaz sacerdote de nombre Valentín, retó las directrices del emperador romano Claudio, al casar a los jóvenes enamorados de sus parejas, en secreto, pues el emperador no quería que los soldados fueran casados, por entender que esto no les permitiría hacer un buen trabajo. Cuando Claudio se entera, lo captura y ordena decapitarlo. Mientras esperaba por el fatídico día, Valentín se enamora de una dama ciega, y le pide a Dios que le conceda visión a la mujer. El día en el que Valentín va a encontrarse con su destino, ve a la joven y le entrega un papel doblado. Ella no entiende lo que sucede, pero aun así decide abrir el papel. Al hacerlo, se percata de que puede leer. El papel decía ‘’ Tu Valentín’’. El resto, es historia. San Valentín se convirtió en el símbolo del amor y de los enamorados.
Al pasar del tiempo, la conmemoración del Dia de San Valentín se ha convertido, más que en un reconocimiento al amor, en un evento comercial, en el que, para demostrar tu amor a tu pareja, tus amigos, tus padres, hijos, etcétera, debes comprar un regalo y obsequiárselo a esa persona, o personas, a quienes amas. La publicidad a esos efectos es abrumadora. Hay sugerencias de todo tipo de regalo, para todo tipo de relación. Sin embargo, ese exceso de publicidad no enfoca en el amor más importante, más significativo y más permanente de nuestras vidas: el amor por nosotros mismos, el amor propio.
El amor propio es querernos a nosotros mismos, por quienes somos, por nuestra naturaleza. No depende de factores externos, como lo puede ser el ser amado por otra persona. El amor propio representa la forma en que nos relacionamos con nuestro SER, lo que sentimos por nosotros mismos. Depende exclusivamente de nuestra voluntad para amarnos. El amor propio no está sujeto a condiciones externas.
Cuando tenemos amor propio, cuando estamos enamorados de nosotros mismos, y cuando nos expresamos ese amor, obtenemos grandes beneficios: gozamos de bienestar, nos sentimos empoderados, nuestra autoestima aumenta. Estamos tan llenos de amor por nosotros, que es a partir de ahí que podemos verdaderamente dar amor a los demás, porque solo puedes dar a otros, lo que tienes para darte a ti mismo. Mas aún, el amor propio nos permite aceptar el regalo del amor de los demás.
Aprovecha este día tan amoroso para regalarte lo que te mereces. A fin de cuentas, eres la persona más importante de tu vida, y por eso debes hacerte los mejores regalos.
5 regalos de ti para ti en San Valentín
1. Pasión – La pasión es ese sentimiento intenso que te permite superarte, realizarte, de la forma y manera en que tú y solo tú decides. Es sentir que haces lo que te llena y satisface, al punto de que puedes hacerlo hasta el cansancio. Responde únicamente a ti, no a lo que los demás esperan de ti. Es expresar lo que sientes por ti sin ningún tipo de limite. Vive y siente pasión, por ti y para ti. El objetivo principal de la pasión es alcanzar bienestar.
2. Confianza – Posees grandeza. Posees destrezas y capacidades. Estas cualidades son bienes que el Universo depositó en ti desde que abriste los ojos a este mundo. Eres capaz de hacer lo que quieras para ti, con el convencimiento de que harás lo correcto. Solo requiere que tomes la decisión de actuar creyendo en ti. Ten seguridad en ti, en tus cualidades y habilidades. Cuando confías en ti, lo imposible se hace posible, lo difícil se hace fácil.
3. Perdón – Perdón es lo mismo que comprensión. Es no castigarte por lo que ya pasó y que no puedes cambiar. Es librarte del peso de la culpa y así permitirte seguir adelante. Es romper con el estancamiento. Es reconocer que hiciste lo mejor que pudiste con los recursos que tenías disponibles en el momento. Es romper ataduras y finalmente ser libre para ser quien realmente quieres ser.
4. Aceptación – Aprende a vivir con tus errores y virtudes, aciertos y desaciertos. Cuando te aceptas tal cual eres, te permites encarar el futuro con una nueva perspectiva, reconoces que no eres perfecto, sino REAL. Refuerzas lo positivo, trabajas para eliminar lo negativo, y aprovechas cada oportunidad que la vida te brinda para seguir adelante, en estado de felicidad. Acéptate y ámate con toda tu realidad.
5. Tiempo – Es el regalo más valioso, porque no puede acumularse. El tiempo que usas en tu beneficio, aunque se va, deja huellas permanentes que te permiten seguir viviendo en bienestar. Del mismo modo, el que no utilizas, o utilizas de manera no adecuada, se pierde para siempre y no lo puedes recuperar. El tiempo no espera por ti, por lo que cuando lo tienes, debes aprovecharlo al máximo, y hacer cosas que trabajen a favor de tu beneficio. Dedícate tiempo para hacer lo que te gusta, para atenderte, para mimarte, para crecer, para ser mejor persona, para amarte más.
Disfruta tus regalos, y la nueva vida que éstos te brindan, a partir del amor propio.
Que en el día de San Valentín y siempre, vivas enamorado de ti, porque el amor más importante de tu vida, eres tú.